Texto publicado originalmente en el blog de HAMACA. El cierre de la Mediateca de CaixaForum BCN no es más que una estúpida acción más en una continua cadena de despropósitos que va a echar por tierra los esfuerzos de muchos años. Si queréis adheriros a la protesta, especificad vuestros datos en un comentario del post original.
Con las presentes líneas queremos llamar la atención sobre el cese de la actividad que llevaba a cabo la Mediateca del CaixaForum Barcelona: un fondo sin parangón en todo el estado español, al reunir toda clase de documentos y soportes alrededor de la creación audiovisual, musical y multimedial.
Su cierre se produjo a mediados de febrero y se puede constatar ya por el apagón del portal mediatecaonline.net y por los vinilos que ciegan ahora el espacio, antes diáfano y acogedor, de la Mediateca. Todo ello sin que nos conste ningún tipo de comunicado público a propósito de una decisión en apariencia tan incongruente.
No es suficiente consuelo el saber que, en un futuro, parte de los contenidos digitales puedan permanecer al alcance de credenciales investigadoras. Todavía lo es menos la probable migración –y tal vez dispersión– de este fondo, que incluso podría alejarse mucho de su enclave bien preciso en Barcelona y en relación con una actividad aventajada en los terrenos de la creación audiovisual, musical y tecnoartística.
Contemplamos con preocupación el desmantelamiento de muchas cosas que nos costó mucho conseguir y que hemos contribuido a construir. Cuando por aquí no era demasiado habitual poder ver videoarte ni cine experimental, o documentales de creación, la Mediateca lo hizo posible desde 1994. Así como otras muchas cosas que seguirían luego: debates, seminarios internacionales, itinerarios y monografías en soportes impresos o hipermedia, etc.
Existir equivale, hoy en día, a estar conectados. Si buscamos información en la Wikipedia sobre nombres emblemáticos del arte contemporáneo mundial, hallamos enlaces (external links) al sitio web, ahora ya a oscuras, de la Mediateca CxF. (Compruébese, por ejemplo, con Bill Viola o Dan Graham.) No se debería echar por la borda aquello que tanto costó conseguir.
Para jóvenes de todas las edades, la Mediateca ha sido un lugar de aprendizaje y descubrimientos permanentes. Hay pues una gran paradoja en este sacrificio de un ente que contaba con un gran número de usuarios, un fondo (material y virtual) reunido con un presupuesto nada desmesurado y con un criterio pluralista, más el historial de la aportación entusiasta de todas las personas que han colaborado y se han implicado en la Mediateca a lo largo de casi veinte años.
Por todo cuanto exponemos, reclamamos la recuperación inmediata del buen servicio que prestaba la Mediateca, un activo al que no queremos renunciar. Lo hacemos como profesionales concernidos pero también en nombre de los usuarios privados, no precisamente una minoría entre las personas que visitan diariamente la antigua fábrica Casaramona. Por último, si conviene introducir cambios en su gestión y administración, pedimos una consulta al sector afectado.
Eugeni Bonet/Antoni Mercader/Antoni Muntadas
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