lunes, agosto 24, 2009

Véronique Göel - Kenwin (1996)

Kenwin es un recorrido por la villa del mismo nombre, que la poetisa H.D. (Hilda Doolittle), Bryher y el cineasta Kenneth Macpherson (cuadro editorial de la mítica revista 'Close-up') construyeron a principios de los años 30 en La Tour-de-Peilz (Suiza) a los piés del lago Léman.


Göel traza este recorrido no sólo por el espacio físico, sino particularmente por el espacio humano y la frontera entre ambos. La casa no es nada sin sus habitantes, su tiempo, y la historia de estos queda estrechamente ligada a la de aquella.


Góel se vale de múltiples elementos para trazar estos espacios: en la parte visual un lento vagar por Kenwin, imágenes (¿reconstruídas?) de la vida de otros ocupantes, home movies, álbumes de fotografías,... a la que sriven de contrapunto la lectura, voz en off, de la correspondecia de Bryher, H.D. McAlmon. Mcpherson,... así como del texto 'Keeper of the flame' de Perdita Schaffner (hija de H.D.).

"Los filmes de Véronique Goël son como rodajas de memoria talladas en un lenguaje cinematográfico sólido. Entre las líneas de este lenguaje, la lucidez se desarrolla en sucesivas ampliaciones que llenan la compleja sencillez de sus propias experiencias. Confrontando personas y acciones, personas y espacio y sobre todo, personas y personas (estas personas cuya existencia misma parece cuestionar la de los otros), Véronique analiza en sus películas muchas de las cuestiones que nos preocupan. Sus películas delimitan esos momentos a los cuales somos sensibles (aquellos que tendemos a olvidar o que casi nos negamos a ver). Se apoderan de estos fragmentos de vida con una intensa preocupación, permitiendo al espectador experimentar la fuerza de las emociones que los cubren, y pretenden penetrar estos elementos de significado que demasiado a menudo queremos ignorar."

"Es en estos momentos en que sus filmes alcanzan su nivel de expresión más alto y más emotivo, el nivel en el que se revela lo no dicho, se convierte en el eco silencioso entre el conciente y el inconsciente - un lugar de muchas cuestiones son de las respuestas se encuentran atrapadas en las estribaciones de la memoria. Las voces surgen en brillantes murmullos, a la búsqueda de una pertinencia que las palabras no pueden describir, pero las imágenes hacen inmensamente coherente. Unas imágenes controladas con tal precisión que sólo ellas parecen dotadas de habla. Como si la simplicidad de las estructuras fílmicas se volviera la única defensa contra las lágrimas imperceptibles que contienen, resonancias de un grito desgarrador, que, como la poesía pura, permanece en nosotros por mucho tiempo." - Stephen Dwoskin. Texto inicialmente publicado por el cine Sputnik (Ginebra).

Kenwin (Véronique Göel, 1996, 16mm, color, 85 min)

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